Plan de difusión: estrategias para planificar y promocionar contenido

La creación de contenido implica tiempo, esfuerzo y empeño. Para que todo eso resulte en un trabajo gratificante, hay que hacérselo llegar al público a través de un plan de difusión

El objetivo de un plan de difusión es alcanzar e impactar al máximo número de personas posible. No es suficiente que un contenido sea de calidad (aunque sí imprescindible), pues también hay que distribuirlo de manera atractiva, efectiva y masiva. A lo mejor tenemos en nuestras manos un contenido con el potencial necesario para agradar al público, pero si no llegamos a él nunca lo sabremos. Además, ten en cuenta que cuanto mayor alcance consiga un contenido, mejor posicionamiento SEO tendrá.

También conocido como plan de promoción, un plan de difusión es un documento detallado con las estrategias necesarias para promocionar un contenido, ya sea un artículo, un vídeo de YouTube, etc. Es una herramienta dentro del marketing de contenido tremendamente útil para aprovechar y rentabilizar las horas de trabajo invertido en crear un material concreto. Para ello, también hay que dedicarle tiempo a planificar cómo se va a difundir. De hecho, el plan de difusión es tan importante que está presente durante todas las fases de creación de un contenido: antes de empezar, durante el desarrollo y una vez terminado.

8 preguntas para responder durante un plan de difusión

Con el objetivo de tener en cuenta la promoción del contenido durante todas las partes del proceso creativo, desde OCCAM proponemos 8 preguntas que debes responder para diseñar un plan de difusión exitoso:

1. ¿A qué público vas a dirigirte?

No por típica carece de importancia esta fase. Establecer tu público objetivo y tu segmento de mercado facilita el resto de las decisiones porque existe una dirección clara y concreta. Por tanto, deberías empezar la planificación respondiendo esta pregunta, aunque también puedes elegir subgrupos de población a la que también quieres hacer llegar tus contenidos. Para ello, ten en cuenta todos los parámetros relevantes: edad, género, origen o lugar de residencia, nivel de estudios, clase social, ocupación, etc.

2. ¿Qué objetivos quieres alcanzar?

Otra de las preguntas por excelencia en el mundo del marketing. Asegúrate de que los objetivos establecidos (ya sean principales o específicos) cumplan con los criterios SMART:

• Specific o específico. Evita la generalización y ve a lo concreto: solo así sabrás qué hacer en cada fase.
• Measurable o medible. Para comprobar si has alcanzado tus objetivos o no, tienes que utilizar métricas e indicadores que midan los resultados.
• Attainable o alcanzable. Hay que tener en cuenta el contexto realista de la empresa para decir los objetivos. De lo contrario, estarías invirtiendo tiempo en propuestas imposibles.
• Relevant o relevante. Un objetivo debe tener un impacto útil en la empresa y en los clientes.
• Timely o temporal. Los objetivos tienen fecha de caducidad: o se cumplen o no.

3. ¿Cuáles son los contenidos más apropiados?

Es momento de pensar en los contenidos más oportunos para llegar a tu público y alcanzar tus objetivos. Para ello, puedes hacer una lluvia de ideas con tu equipo teniendo en cuenta varios aspectos:

• Qué hace la competencia. Investiga los contenidos ya existentes dentro de tu sector.
• Qué necesidades no están cubiertas. Según el resultado de tu búsqueda, puedes analizar qué temáticas están ampliamente cubiertas y cuáles carecen de tratamiento completo.
• Cómo puedes diferenciarte. Piensa qué podría interesar al público y centra tus acciones en crear contenido atractivo, innovador y original que destaque y, a poder ser, que cubra una necesidad.

4. ¿Con qué presupuesto cuentas?

Tanto para crear el contenido como para planificar la promoción hace falta conocer el presupuesto económico disponible. Aun así, más importante que contar con mucho dinero es saber invertirlo correctamente, aunque lo ideal sería combinar ambos escenarios.

5. ¿En qué formatos vas a crear los contenidos?

Aquí toma mayor importancia el plan de difusión, pues es el momento de decidir en qué formatos vas a hacerle llegar al público el contenido. Lo ideal sería adaptar un mismo material a distintos formatos, pues existen multitud de opciones: imágenes, vídeos, infografías, artículos, e-books, Reels, directos, encuestas… Pero también otros menos comunes: juegos, aplicaciones, cursos, eventos, formatos interactivos o inmersivos… No hace falta utilizarlos todos, sino aquellos que consideres más efectivos según las necesidades y posibilidades de tu plan de difusión y estrategia multimedia.

En este sentido, se pueden tener en cuenta los contenidos que mejor funcionan en redes sociales para hacerse una idea de los gustos generales. Así, encontramos listas numéricas, publicaciones explicativas que responden preguntas clave o que plantean soluciones a un problema y vídeos. Es importante que ordenes tus decisiones en un Excel para ir diseñando el plan de difusión.

6. ¿A través de qué canales vas a difundirlos?

Acabamos de hablar de redes sociales, pero estas no son las únicas plataformas donde poder difundir el contenido (aunque sí las prioritarias). De nuevo, no se trata de recurrir a todos los canales posibles, sino de elegir aquellos donde se encuentre nuestro público objetivo. También es importante decidir qué formatos utilizar en cada medio, ya que no todos funcionan igual. Veamos ahora qué medios de distribución existen:

• Medios propios. Tienen un alcance menor, pero son gratuitos y más fáciles de gestionar. Aquí entran las redes sociales propias (como Twitter, Facebook, TikTok, Instagram...), la página web, el blog, el email, la newsletter, etc.
• Medios ganados. Son gratis, más efectivos y menos sencillos de conseguir. Hablamos de todas las acciones generadas de forma orgánica por clientes o usuarios externos alrededor de un contenido. Pueden ser comentarios, reseñas, puntuaciones, diversas formas de compartir (como retuits), etc. Son medios muy útiles porque la gente confía más en sus conocidos (los programas de referidos están relacionados con este tema).
• Medios pagados. Requieren de una inversión económica y ofrecen más alcance, pero no aseguran eficacia. Pueden ser anuncios en redes sociales, campañas con influencers, banners, etc.

7. ¿Y cuándo?

Además de los contenidos, los formatos y los canales, hay que establecer un calendario para llevar a cabo el plan de difusión. Aquí también dependes del público objetivo, ya que debes averiguar cuándo es más probable que acceda a tu material. Recuerda que puedes establecer una estrategia de promoción de un contenido antes de su propio lanzamiento. De esta forma, vas esparciendo migas de pan que generen expectación entre el público.

8. ¿Has obtenido los resultados deseados?

Por último, es imprescindible medir los resultados para comprobar qué ha funcionado, qué no y qué hay que mejorar. No te olvides de que tus objetivos deben ser medibles para poder responder a esta pregunta.

Como ves, cada pregunta está interconectada con el resto, por lo que debes diseñar el plan de difusión con una perspectiva general. Dedícale tiempo y apuesta por la originalidad, solo así podrás obtener el éxito que esperas.