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5 Diferencias entre trabajar en una startup, pyme o gran empresa

Índice

Trabajar en una startup, una pequeña o mediana empresa (pyme) y una gran empresa son experiencias laborales muy diferentes, cada una con sus propias ventajas y desafíos. No es que importe el tamaño de la empresa, sino que lo importante es conocer las necesidades de la empresa para así elaborar un plan de acción adecuado. En este artículo, exploraremos las diferencias clave entre trabajar en estos tres tipos de organizaciones para ayudarte a tomar decisiones informadas sobre tu carrera profesional.

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¿Qué es una Startup?

Una startup es una empresa emergente o compañía nueva que se caracteriza por su enfoque en la innovación y el desarrollo de productos, servicios o soluciones disruptivas en el mercado. Estas empresas suelen tener un alto potencial de crecimiento y a menudo están relacionadas con la tecnología, aunque no todas las startups son tecnológicas.

Es importante tener en cuenta que el término "startup" se utiliza en una amplia variedad de industrias y no se limita necesariamente a empresas tecnológicas. Pueden existir startups en sectores como la salud, la alimentación, la moda y muchos otros. La clave es su enfoque en la innovación y el crecimiento rápido. A medida que una startup madura y alcanza cierto nivel de estabilidad y éxito, puede dejar de considerarse una startup y convertirse en una empresa más tradicional.

Lo que determina a las startups es la velocidad, creatividad, energía e innovación, ya que los trabajadores de una startup suelen ser personas creativas por naturaleza, con miles de ideas en el tintero siempre dispuestos a crear nuevos proyectos. 

 

Conoce qué es una PYME

Las pymes (pequeñas y medianas empresas) se encuentran en el centro de esta ecuación, y, tal y como dice su nombre, se trata de pequeñas empresas en crecimiento. Las pymes son empresas más pequeñas en comparación con las grandes corporaciones y se dividen en dos categorías principales: pequeñas empresas y medianas empresas. Las definiciones específicas de lo que constituye una PYME varían según el país y la industria, pero a menudo se basan en criterios como el número de empleados, los ingresos anuales o el valor de los activos.

En España, estas pymes se dividen en 3 categorías: microempresas (máximo 10 empleados); pequeñas empresas (entre 10 y 50 trabajadores) y medianas empresas (hasta 250 trabajadores). Estas empresas se diferencian por el volumen de trabajadores y su facturación anual. 

 

Las multinacionales y las grandes empresas

Una gran empresa, también conocida como corporación o multinacional, es una organización empresarial que se caracteriza por su tamaño, alcance global o nacional, y su complejidad en términos de operaciones, estructura organizativa y recursos. Estas empresas suelen ser algunas de las más grandes y poderosas en sus respectivas industrias y pueden operar en múltiples países y regiones.

Las grandes empresas pueden operar en una variedad de sectores, incluyendo la tecnología, la energía, la banca, la industria automotriz, la alimentación y muchas otras. Su objetivo suele ser maximizar sus ganancias, aumentar su cuota de mercado y mantener una posición sólida en la industria. Debido a su tamaño y complejidad, las grandes empresas a menudo enfrentan desafíos únicos en términos de gestión y toma de decisiones estratégicas.

 

5 Diferencias entre trabajar en una startup, pyme o gran empresa

Trabajar en una startup, una pequeña o mediana empresa (pyme) y una gran empresa implica experiencias laborales distintas. Aquí te mostramos las principales diferencias que debes conocer:

  • Innovación

La innovación y la creatividad es, sin duda, una de las principales características de las startups, ya que en la era de la transformación digital siempre están en la primera línea de batalla dado a su carácter actual y el momento en que han sido creadas. Esto no quiere decir que las pymes y las grandes empresas no apuesten por la innovación, pero, lo cierto es que su modelo de negocio tiende a ser más conservador ya que suelen venir de nichos de trabajo más clásicos, menos digitalizados, aunque ahora sí lo estén. 

Cabe mencionar que las grandes empresas, al tener un régimen burocrático muy determinado, limitan en cierto modo la toma de decisiones y la creatividad que pueden llegar a mostrar las pymes y, sobre todo, las startups. 

En definitiva, la “informalidad” de las startups le otorga a este tipo de empresas una oportunidad para probar cosas nuevas y generar nuevas ideas para llegar a consolidar su modelo de negocio, que en muchas ocasiones roza el límite de las normativas legales. Si te gusta pensar fuera de la caja y probar nuevas ideas, este entorno puede ser perfecto para ti.

  • Enfoque empresarial y riesgos

Las startups son inherentemente arriesgadas y pueden tener una alta tasa de fracaso, en las que la estabilidad financiera y laboral puede ser un desafío. Son diferentes a las pymes, que suelen ser más estables que las startups, pero aún pueden enfrentar desafíos financieros y un mayor riesgo en comparación con las grandes empresas. De este modo, en escala se puede decir que las grandes empresas suelen ser más estables y ofrecen una mayor seguridad laboral y financiera.

Normalmente el riesgo que toman las startups se basa en que quieren escalar dando grandes zancadas hacia los ámbitos internacionales, no tienen límites. Al contrario que las pymes que normalmente operan de manera local o nacional y simplemente se enfocan en servir en un mercado concreto.

Por otro lado, las grandes empresas o multinacionales, como su nombre indica, ya tienen un enfoque de trabajo burocrático y determinado. Emplean nuevas ideas, pero siempre dentro de su imagen y gran marca. Lo más probable es que el empleado tenga un rol más especializado y menos influencia en la toma de decisiones a nivel de empresa.

  • Recursos y Oportunidades de Desarrollo 

Las startups pueden ofrecer oportunidades de aprendizaje rápido y un ambiente de trabajo dinámico, pero pueden carecer de recursos y programas de desarrollo estructurados. Esto significa que normalmente los equipos suelen ser reducidos y el trabajador es multitarea. 

Al contrario que las pymes, estas pueden proporcionar un equilibrio entre recursos y un ambiente de trabajo más estable en comparación con las startups. Pero también suelen tener empleados multitarea y varias responsabilidades, lo que suele ser enriquecedor si te gusta la versatilidad en tu trabajo. 

Por último, las grandes empresas suelen tener recursos abundantes, lo que les permite ofrecer programas de desarrollo profesional y oportunidades de crecimiento más estructuradas.

  • Permanencia en el tiempo

El riesgo que supone apostar por una Startup es sencillo, si tu negocio no funciona acaba siendo liquidado. Este tipo de empresas apuestan siempre de manera ambiciosa sin pensar mucho en los riesgos que esto pueda suponer, pero esta es la esencia de este modelo: apostar, arriesgar, ganar o perder pero nunca rendirse. 

Las pymes, por el contrario, tienen una visión de negocio más conservadora. Apuestan por un crecimiento más gradual, por lo que el fracaso no es considerado de manera instantánea, hay que ver el rendimiento de la empresa y ver si a largo plazo alcanza los objetivos previstos. 

De este modo, la permanencia en el tiempo de las grandes empresas está bastante consolidada, ya que llegar al punto de convertirse en una gran empresa requiere de un gran esfuerzo por parte de todos los trabajadores que construyeron los pilares de esa empresa. 

  • Financiación

Cuando hablamos de la financiación de este tipo de empresas podemos entender que las grandes empresas tienen ya unos fondos y un presupuesto bastante elevado, por lo que se basan en las aportaciones de los accionistas y en los fondos de la entidad. Al contrario que las startups, estas cuentan con un presupuesto bajo y buscan financiación en grandes entidades, bancos o inversionistas. 

Muy similar a las startups sería el caso de las pymes, ya que suelen estar financiadas con préstamos bancarios, con sus fondos propios o con las aportaciones de los accionistas. 

Al fin y al cabo, la financiación que tenga una empresa sea mayor o menor no influye en el objetivo que tengan las empresas, ya que sus objetivos están diseñados a medida de sus capacidades y recursos económicos.

 

En resumen, la elección entre trabajar en una startup, una pyme o una gran empresa dependerá de tus preferencias personales y profesionales. Las startups ofrecen aventuras y oportunidades de aprendizaje, las pymes ofrecen un equilibrio y las grandes empresas proporcionan estabilidad y recursos. Considera tus metas y valores profesionales al tomar tu decisión y, en última instancia, elige la opción que mejor se adapte a tu carrera y estilo de vida.

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