Un dominio espejo puede aumentar el tráfico hacia una página web, pero también plantea inconvenientes que deben solucionarse
¿Qué persona o empresa con una página web no desea recibir el mayor número de visitas posible? Entre todas las técnicas existentes para conseguir esto, una de ellas es el dominio espejo. Este concepto (también denominado sitio espejo, URL espejo o, en inglés, mirror site) hace referencia a las réplicas de un sitio web que apuntan a la misma dirección IP. Es decir, URLs diferentes que permiten acceder a los usuarios a una página principal o canónica.
¿Y por qué los dominios espejo pueden generar más tráfico web? Al ofrecer más dominios para llegar al mismo sitio, el propietario facilita que los usuarios accedan a la página a través de varias URLs. De esta forma, se anticipa a los posibles errores que puedan cometer los internautas a la hora de escribir el dominio en el buscador.
Pero el dominio espejo no solo garantiza un número más elevado de visitas a la web. También asegura un mejor acceso a la página y garantiza las descargas de contenido, en caso de necesitar un soporte mayor del que ofrece un solo sitio o de que el dominio principal diese problemas.
Es habitual entre las empresas comprar y registrar más de una extensión de un dominio para proteger la marca. Pero ¿cómo se forman diferentes URLs de un sitio? Esto es posible a través de generar variaciones de dos grupos de dominios fundamentales:
- Dominios de nivel superior genérico (gTLD). Se componen de tres letras. Tienen una regulación internacional, por lo que son más coherentes y unificados. Algunos ejemplos son: “.com”, “.org”, “.net”, “.gob”… Por tanto, son sufijos que aparecen después del nombre de dominio.
- Dominios de nivel superior geográfico o de código de país (ccTLD). En contraste con los dominios genéricos, se componen de dos letras y están reservados a territorios concretos. Por tanto, cada país regula la gestión de su dominio. Algunos ejemplos son: “.es”, “.uk”, “.it”, “.jp”…
Ilustremos lo recién aprendido en un caso real. Los usuarios pueden acceder a la página web de OCCAM desde su dominio principal (que, en este caso, es de tipo gTLD):
https://www.occamagenciadigital.com/
O desde su dominio espejo (de tipo ccTLD):
http://www.occamagenciadigital.es/
A pesar de no ser URLs iguales y pertenecer cada una a un grupo de dominios diferente, ambas dirigen a los usuarios al mismo sitio web (puedes comprobarlo copiando y pegando cada URL en la barra de navegación de tu buscador). Así, se facilita el acceso a la página diversificando las opciones. En este sentido, recomendamos la lectura de esta entrada de nuestro blog sobre cómo diseñar una URL según los parámetros recomendados por el SEO.
¿Qué problemas puede acarrear un dominio espejo?
Los beneficios de un sitio espejo son innegables y útiles para los usuarios, pero su naturaleza supone un riesgo en el posicionamiento SEO. Recordemos que los dominios espejo son réplicas, por lo que ofrecen la misma información a los usuarios. Esto puede generar conflictos de contenido duplicado, lo cual está penalizado por los algoritmos de los motores de búsqueda.
De esta forma, por el hecho de que Google u otro buscador descubra que ofreces contenido duplicado, tendrás problemas en la optimización del SEO de tu página web. Es decir, perderás posiciones en los resultados de búsqueda y será más difícil que los usuarios accedan a tus contenidos.
Además de esto, Google también responde ante contenido duplicado seleccionando automáticamente un dominio como el principal. De este modo, si tienes dominios espejo, solo uno será considerado relevante para el algoritmo. El elegido puede que no coincida con el que consideres el dominio principal de tu página, ya que Google lo rastrea según tres posibles parámetros: que sea el más antiguo, el más popular o el primero donde encuentre el contenido duplicado. Como consecuencia, el resto de los dominios quedarían marginados.
¿Cómo puedo solucionar estos problemas?
Tanto si la optimización en los motores de búsqueda y el SEO son una prioridad para tu empresa como si no, te interesa solucionar los problemas generados por el contenido duplicado. De lo contrario, es muy probable que, en vez de aprovechar los beneficios que ofrecen los dominios espejo, pierdas clientes potenciales y obstaculices la rentabilidad de tu negocio.
Por tanto, si apuestas por una estrategia de dominios espejo para aumentar y facilitar el acceso a tu web o mejorar el soporte, ten en cuenta las siguientes técnicas para evitar problemas de contenido duplicado:
- Redirección 301. Con esta fórmula, puedes programar que el resto de los dominios dirijan a la URL que elijas. Así, estarías indicando a los navegadores cuál es el dominio principal de tu web para que los usuarios accedan al mismo desde ese y los demás dominios. En este otro artículo de nuestro blog, explicamos paso a paso cómo puedes establecer una redirección 301.
- Etiqueta noidex. Es una alternativa a la redirección 301. En vez de seleccionar el dominio principal como tal, configuras el resto de los dominios a través de esta etiqueta. De esta forma, Google entenderá que esas URLs no las consideras relevantes y solo indexará la restante como la principal.
A menudo, se plantea la URL canónica o la etiqueta canonical como otra de las posibles soluciones a los dominios espejo. En cambio, como ya explicamos en otra entrada de nuestro blog sobre este concepto, la URL canónica solo funciona para páginas del mismo dominio o entre subdominios. Es decir, no solucionaría los problemas de contenido duplicado entre diferentes dominios. Por tanto, opta por una de los dos técnicas anteriores y sácale provecho a los dominios espejo.
