Cuando una persona se dispone a buscar empleo, en ocasiones tiende a confundir los distintos tipos de contrato que existen, especialmente si es su primera vez buscando trabajo. El marco legislativo señala qué tipos de contrato existen y las bases legales de cada uno de ellos. Uno de los más comunes es el contrato indefinido. Si no tienes claro en qué consiste, quédate para leer todo lo que debes saber sobre los contratos indefinidos.
¿Qué es un contrato indefinido?
Un contrato indefinido es aquel en el que empleador y empleado llegan a un acuerdo para establecer una relación de trabajo sin fecha de finalización específica. No se determina un límite en la prestación de servicios.
A partir de la reforma laboral publicada en el Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, este tipo de contrato se consolidó en España. Es un modelo que el Servicio Público de Empleo Estatal apoya ya que las condiciones del mismo son estables y predecibles.
El contrato indefinido ofrece a las dos partes interesadas la seguridad y la estabilidad de un empleo continuo. Por lo tanto, suele ser uno de los acuerdos preferidos a la hora de buscar empleo.
Tipos de contrato indefinido
Tras definir qué es un contrato indefinido, hay que tener en cuenta que existen varios subtipos dentro de este modelo de contratos. Ser indefinido no está vinculado necesariamente con la jornada laboral, y por eso diferenciamos entre contratos indefinidos a jornada completa, a tiempo parcial o fijo discontinuo.
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Contrato indefinido a jornada completa
Este tipo de contrato indefinido establece una relación de trabajo en la que el empleado presta sus servicios a la empresa durante la jornada completa. Las actividades que realice deben estar relacionadas con la actividad principal.
En otras palabras, la contratación a tiempo completo supone trabajar durante toda la jornada semanal, normalmente de 40 horas. En caso de que se exceda ese número de horas semanales, se pueden compensar en semanas posteriores siempre y cuando no se trabaje más de 9 horas diarias.
Otra característica es que los empleados que hayan firmado un contrato indefinido a jornada completa tienen derecho a 2,5 días de vacaciones laborales por mes trabajado, es decir, un total de 30 días naturales de vacaciones al año.
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Contrato indefinido a tiempo parcial
El contrato indefinido a tiempo parcial se trata de un acuerdo donde el empleado ofrece sus servicios a la empresa por una jornada inferior a las 40 horas. Es importante en este modelo fijar aspectos como los horarios de trabajo y el salario por hora para evitar posibles conflictos.
Tener una jornada a tiempo parcial no significa estrictamente que se trate de una jornada completa partida a la mitad, es decir, de 20 horas semanales. Siempre y cuando el tiempo de prestación de servicios sea menor a las 40 horas semanales, se tratará de un contrato indefinido a tiempo parcial.
Es importante tener en cuenta que con este modelo no está permitido realizar horas extraordinarias.
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Contrato indefinido fijo discontinuo
En este caso, estamos hablando de un tipo de contrato en el que se establece una relación laboral indefinida, pero en la que el trabajador presta sus servicios de forma intermitente. Es un modelo en el que se combina la estabilidad de la relación indefinida entre empresa y trabajador, pero en la que la actividad laboral se realiza de forma discontinua.
Esa discontinuidad depende de factores como las temporadas de alta demanda, la exigencia de proyectos concretos, suplencias u otros periodos específicos. Este tipo de contrato proporciona seguridad laboral y flexibilidad a las empresas en ciertos sectores.
Finalización del contrato
El contrato indefinido es aquel sin fecha de finalización específica. ¿Pero qué pasa si una de las dos partes quiere poner fin al acuerdo?
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Preaviso
En caso de que un empleado quiera dejar el trabajo o viceversa, se debe comunicar mediante un preaviso. El Estatuto de los Trabajadores establece que los periodos mínimos de preaviso dependen de la antigüedad del trabajador en la empresa.
Si la antigüedad en la empresa es menor a un año, el periodo es de 15 días. Aumentará a 30 días en caso de que la antigüedad sea de entre uno y dos años, y a 60 días si la antigüedad es mayor a dos años.
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Despidos e indemnizaciones
La empresa puede decidir terminar con la relación laboral por diversas causas de las que dependerá la indemnización. Es un tema delicado y que afecta directamente a la gestión de Recursos Humanos en una empresa. Hay que tener en cuenta diferentes situaciones.
- Si se trata de un despido disciplinario, es decir, que el trabajador ha incumplido las normas, el empleado no tiene derecho a indemnización.
- En caso de despido improcedente sin causa justificada, la indemnización corresponde a 33 días por año trabajado.
- Despido objetivo: en este caso las causas devienen de una acción de la empresa y no del empleado, que tiene derecho a una indemnización de 20 días por año trabajado.
- Por último, existe el caso de los despidos colectivos. Se trata de cuando la empresa despide a un mínimo de diez empleados. La indemnización es la misma que en el despido objetivo.
Para determinar el tipo de despido al que se procede, hay que justificar las causas de este. Por lo tanto, es importante registrar cualquier irregularidad o acción que ayude a justificar el despido. Por esto mismo, es importante implementar herramientas como Dayfice que nos facilite la gestión de documentos y registros de la actividad laboral de los empleados.
Periodos de prueba
La inclusión de un periodo de prueba en un contrato indefinido no es obligatoria pero sí muy habitual. Se trata de un plazo durante el cual la empresa evalúa la aportación del empleado en el puesto.
Su duración máxima está regulada por el Estatuto de los Trabajadores y se acuerda al inicio de la relación laboral, generalmente por escrito. En contratos indefinidos, puede variar de 2 a 6 meses, dependiendo del tipo de trabajador y el convenio colectivo. Además, en empresas con menos de 25 empleados, el límite es de 3 meses.
El periodo de prueba permite a la empresa despedir al empleado sin previo aviso ni justificación, y no conlleva indemnización. Es por esto por lo que es muy habitual, aunque no sea obligatorio.
En resumen, el periodo de prueba en los contratos indefinidos es una disposición no obligatoria que permite a la empresa evaluar al empleado durante un tiempo específico sin necesidad de justificación.
En definitiva, el contrato indefinido es un acuerdo que, aunque tiene algunas desventajas como los costes de despido, es muy apoyado por el Servicio Público de Empleo Estatal gracias a las ventajas que ofrece. Además de aportar estabilidad a ambas partes, permite a la empresa atraer talento y tener acceso a bonificaciones, lo que resulta muy beneficioso.
El contrato indefinido es una opción valorada en el mercado laboral, así que, si no se han resuelto tus dudas, puedes ponerte en contacto con los expertos de Occam Agencia Digital para ayudarte a resolver tus preguntas.
