Seguramente hayas escuchado hablar alguna vez del concepto plan de desarrollo profesional. Un gran número de empresas se están enfocando en implementarlo para mejorar su rendimiento. Y es que es un recurso imprescindible para superar las expectativas de crecimiento de un negocio. Continúa leyendo para saber en qué consiste un plan de desarrollo profesional.
¿Qué es un plan de desarrollo profesional?
Un plan de desarrollo profesional es un enfoque estratégico que adoptan empresa y empleados con el fin de que este último crezca y avance dentro de la organización. Se trata de un proceso que viene marcado por la intención del trabajador de seguir mejorando sus habilidades.
Dicho de otra forma, lo podemos definir como el crecimiento de un trabajador en la empresa, pero va mucho más allá. A la hora de elaborar un plan de desarrollo profesional, se tienen en cuenta las fortalezas y las debilidades de cada empleado para trabajar en las áreas con margen de mejora.
Se deben detallar todas las metas y los plazos que tienen los trabajadores, y se tienen que diseñar planes de acción destinados a alcanzar esos objetivos
Actualmente, prácticamente todos los empleados buscan empleos en los que poder seguir creciendo y desarrollándose tanto profesional como personalmente. Por lo tanto, elaborar un plan de desarrollo profesional es esencial para el funcionamiento de una organización.
La elaboración de un plan de desarrollo profesional suele ser función de los Recursos Humanos, dado que este constituye una herramienta para retener a los colaboradores a largo plazo. Es fundamental implementar una política de desarrollo sólida para que los empleados tengan una comprensión clara de cómo pueden avanzar en su carrera.
¿Por qué es importante un plan de desarrollo profesional?
Implementar un plan de desarrollo profesional es ya un imperativo en el mundo empresarial.
El crecimiento profesional de cada empleado está ligado a su motivación y sus metas, lo que le lleva a alcanzar su máximo potencial por iniciativa propia. Un plan de desarrollo profesional facilita la gestión del talento de una organización y, a la vez, fomenta la autonomía de sus empleados.
Es esencial porque permite gestionar de forma más simple al personal ya que se conocen mejor sus motivaciones. Además, se incrementa la satisfacción y el sentido de pertenencia de los empleados hacia la empresa, lo que conlleva una mayor productividad. Es necesario concebir el desarrollo profesional como una adaptación gradual y natural con el fin de alcanzar el máximo potencial.
Para optimizar al máximo esta estrategia, contar con una herramienta digital como Dayfice se convierte en una necesidad. Este tipo de gestores no solo permiten medir las habilidades del equipo de manera ágil, sino que también minimizan errores y aumentan la eficiencia.
En resumen, el desarrollo profesional es esencial para el crecimiento y el éxito tanto individual como organizacional. Proporciona a los empleados un camino claro para avanzar en sus carreras y, al mismo tiempo, beneficia a la empresa al aumentar la retención de talento, la satisfacción laboral y la productividad.
5 claves para establecer un plan de desarrollo profesional
1. Autoevaluación
La autoevaluación trata de establecer una base clara para permitir el desarrollo del profesional. Sirve para contextualizar el inicio del plan de desarrollo profesional. Consiste en guiar a tus empleados para que encuentren cuáles son sus intereses y los conocimientos que ya tienen.
La clave está en reconocer fallos y saber dónde se puede mejorar para dar paso a la siguiente clave.
2. Definición de intereses
La empresa debe ayudar a los empleados a delimitar sus intereses, pero al final son los trabajadores los que deben definirlos ya que es un criterio subjetivo. Por lo tanto, deben definir qué les genera interés para poder trabajar sobre esos aspectos. Este paso es esencial para estructurar el camino profesional hacia el que se dirige un empleado
3. Establecer metas
Una vez la empresa y el empleado han definido intereses, es momento de establecer unos objetivos concretos. Estas metas son esenciales para establecer plazos y prioridades. Sirven para orientar la labor de un empleado y deben ser tanto a corto como a medio y largo plazo.
4. Desarrollar el plan
Cuando el empleado se conoce mejor a sí mismo es momento de crear un plan de desarrollo profesional y ponerlo en funcionamiento.
Para ello existen varias herramientas. Por un lado, se pueden ofrecer conferencias, talleres o redes para que el empleado siga desarrollando sus habilidades. También puedes ofrecer un mentor para que el trabajador tenga la figura de un referente al que seguir.
5. Hacer un seguimiento del plan de desarrollo
Puede parecer un paso poco relevante, pero es esencial someter el plan de desarrollo profesional a un análisis continuo para que sea eficaz. Es muy importante realizar un cronograma de objetivos para facilitar la organización.
Monitorear el desarrollo de los empleados es una tarea fundamental para poder redirigir a los trabajadores en caso de que el plan de desarrollo no esté funcionando como se desea. Para este paso puede ser muy útil utilizar un software de gestión empresarial.
Etapas del desarrollo profesional
Es frecuente que nuestra perspectiva se centre en el corto y medio plazo cuando consideramos el desarrollo de nuestras habilidades profesionales. Sin embargo, es esencial entender que es un proceso a largo plazo que engloba múltiples fases. Estas fases están directamente relacionadas con las claves para establecer un plan de desarrollo empresarial.
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Crecimiento
En esta fase, la persona comienza a definir su vocación. Investiga sus intereses profesionales y establece conexiones con otros expertos del sector. Se puede decir que comienza a consolidar su desarrollo en el mundo laboral.
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Exploración
La exploración es la segunda etapa del plan de desarrollo profesional. Aquí se inician los primeros pasos del desarrollo del empleado. Se comienza a acumular experiencia y se refuerzan los intereses. El trabajador se comienza a especializar, y suele haber un gran interés por aprender y crecer dentro de la profesión.
Es muy común que en esta etapa las personas accedan a posgrados y diplomados.
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Establecimiento
Es la tercera etapa del desarrollo profesional, y en ella el empleado ya ha adquirido la experiencia y el dominio necesario en su campo laboral. Comienza a ser un referente en su posición y está capacitado para liderar equipos. La clave para las empresas en esta etapa es ser capaces de ofrecer un plan de promoción interesante para los trabajadores de esta etapa.
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Consolidación
Esta etapa es aquella en la que el profesional reafirma su posición dentro de la empresa. Buscan mantenerse y asumir responsabilidades para demostrar que es capaz de mejorar la productividad de la empresa. En esta fase los trabajadores suelen estar a cargo de equipos, sobre todo con el fin de formar a futuros sucesores.
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Declive
La quinta etapa del desarrollo profesional es aquella en la que se comienzan a plantear planes de relevo empresarial. La productividad del profesional disminuye y se centra en transmitir sus conocimientos.
En resumen, un plan de desarrollo profesional es esencial en el mundo empresarial para el crecimiento y el éxito tanto individual como organizacional. Permite a los empleados avanzar en sus carreras, aumenta la retención de talento, la satisfacción laboral y la productividad.
Ahora que ya sabes en qué consiste un plan de desarrollo profesional y su importancia, no dudes en aplicarlo cuanto antes a tu empresa. Si tienes dudas sobre cómo hacerlo, puedes contactar con los expertos de Occam Agencia Digital.
