¿Toke qué? Tokenomics.
Si no has escuchado hablar de la economía de los tokens, este momento iba a llegar tarde o temprano. Y estás de suerte, porque has aterrizado en el lugar indicado para conocer todo acerca de este concepto. Desde su definición hasta sus características y ventajas. Está directamente relacionado con la tecnología blockchain y la tokenización de las cosas.
¡Acompáñanos y descubre en qué consiste!
¿Qué es tokenomics?
En su sentido más literal, es la economía del token. ¿Y qué es un token? Es un elemento físico o virtual que tiene valor en un contexto. Piensa en una baraja de cartas. Técnicamente, son simples trozos de cartulina con distintos símbolos, figuras, números y colores, pero en el contexto de la brisca, una carta puede representar el as de triunfo, la más valiosa del juego.
En resumen, la función del token es representar algo más. A diferencia del Bitcoin, no nace de un bloque de la cadena, sino que es creado en la parte superior de la misma y está regido por un contrato inteligente o smart contract.
Ahora que ya sabes en qué consiste, regresemos al tokenomics. Está relacionado con la tecnología blockchain y la tokenización de las cosas, y es que ha cogido cierto auge gracias a la revolución de la cadena de bloques y de las criptomonedas. Su principal objetivo es crear un sistema económico sustentado por el token.
Y lo mejor de todo es que permite trasladar del mundo real al mundo virtual cualquier valor y descentralizar su control.
¿Crees que tokenomics será una realidad en los próximos años? ¿Qué sabes de esta economía? ¿Por qué crees que se encuentra en fase de crecimiento? Déjanos tus comentarios al final de este post, queremos saber qué piensas.
La blockchain en la economía del token
Este ecosistema es alimentado por todas las interacciones posibles realizadas con los tokens o activos digitales que representan activos reales. Desde un libro, hasta un coche, un artículo o cualquier otro elemento.
Tokens hay muchos, pero su economía no tendría sentido sin la presencia de la tecnología blockchain. La razón es muy clara, la cadena de bloques es una base de datos distribuida que registra bloques de información entrelazados mediante algoritmos (hash) para verificar que no son modificados. Cada bloque contiene información de las transacciones relativas a un periodo, un número único y una dirección criptográfica del anterior bloque.
Si bien esta tecnología vino de la mano del bitcoin, en la actualidad se ha extendido a un sinfín de aplicaciones. Disminuye los riesgos, aumenta la transparencia, reduce las posibilidades de sufrir fraude y elimina los errores humanos.
Ahora que ya sabes en qué consiste esta tecnología, también debes saber que no solo sirve para crear bitcoins, sino también para adquirir tokens. O mejor dicho, para transferir activos al relacionar los derechos de propiedad de un token respaldado por la blockchain. De esta manera, puede ser intercambiado por cualquier usuario, a cualquier hora y en cualquier lugar con conexión a internet.
Cabe destacar el ejemplo de Ethereum. “Con el fin de extender las capacidades de la tecnología blockchain, un grupo de desarrolladores liderados por Vitalik Buterin inició este proyecto con el que convertirían a Ethereum en una plataforma en la que confiar para crear aplicaciones descentralizadas y tokens digitales”. (Scielo)
Es así como hemos pasado de la tecnología blockchain a la tokenomics.
Todo lo que deberías saber sobre tokenomics
La economía del token permite crear sistemas económicos autosuficientes. Y aunque cada desarrollo tiene sus propios principios, todos comparten una serie de características y claves a tener en cuenta:
- No hay que confundir las criptomonedas con los tokens. Las primeras son monedas virtuales nativas en sus propios libros de contabilidad o cadena de bloques. Todas estas monedas pueden enviarse, recibirse o minarse. Un token, sin embargo, es un activo digital que puede ser utilizado en el ecosistema de un proyecto y requiere de otra plataforma blockchain no propia para funcionar.
- El objetivo del token es distinto al de la criptomoneda. Puede usarse como medio de pago en aplicaciones descentralizadas (tokens de utilidad).
- La cadena de bloques es el medio necesario para alcanzar la descentralización que caracteriza a la economía del token.
- Lo primero que se necesita para construir el modelo tokenomics es tener una comunidad de apoyo y respaldo que pueda sustentar el proyecto.
- El uso del token debe impulsarse entre la comunidad a través de su distribución. De esta forma, primero se dinamiza la economía, y después se habilita la red que la sostiene. Una de las prácticas más extendidas para alcanzar tal objetivo es la minería.
- Lograr la estabilidad en el precio. Es uno de los mayores desafíos en tokenomics.
- Utilidad en la vida real. ¿Es útil? ¿Qué valor aporta?
¿Cuál es el impacto de los tokens en la vida real? ¿Te gustaría crear el tuyo y hacer que la sociedad interactúe con él de forma única?
4 ventajas del modelo tokenomics
Hemos recopilado las principales ventajas de la economía del token para compartirlas contigo:
- Flexibilidad. Permite llevar el mundo real al virtual gracias a la tecnología blockchain que hace posible la tokenización.
- Derechos. Brinda derechos de acceso, gobierno o seguridad a los propietarios.
- Método de pago. Hace posible un sistema económico, así como un método de pago sostenible y eficaz.
- Creación de proyectos. Sus características nos permiten construir proyectos descentralizados únicos.
Entre las principales desventajas de esta economía debemos destacar la fluctuación de los tokens y el riesgo de su inversión. Sin embargo, no existe un único tipo de token, sino que podemos encontrar de plataforma (dan soporte a aplicaciones descentralizadas), de transacción (usados para hacer transacciones o intercambiar bienes y servicios), utility tokens (acceder a servicios específicos) y de gobernanza (para tomar decisiones, participar o ejercer derecho de voto en determinados proyectos).
¿Quieres recibir más información acerca de la economía del token? ¿Tienes alguna duda sobre su funcionamiento? Cuéntanos sin compromiso.
