El inbound marketing está cada vez más de moda dentro del marketing digital, en este post vamos a explicar detalladamente qué es el inbound marketing y cuáles son las cuatro fases en las que se divide.
Para que entendamos bien el concepto, el inbound marketing no es una técnica más de las muchas que se llevan a cabo en el marketing digital, sino que es una estrategia muy completa compuestas de técnicas complejas. El objetivo de esta estrategia consiste en atraer a los clientes y seguir con ellos el camino hasta la compra final del producto o servicio, todo esto de una manera no invasiva.
Para entender bien el inbound marketing tenemos que explicar también qué es la utilización de técnicas de marketing “pull”, ya que es uno de los elementos más característicos del inbound marketing. Esto consiste en una serie de técnicas no intrusivas que atraen a usuarios que están potencialmente interesados en nuestro producto o servicio, las acciones que este marketing pull lleva a cabo se dirigen a audiencia segmentadas que ya han mostrado interés por la marca, es decir, los buyer persona. Así podemos lograr el impacto que queremos solo en aquellas personas que han despertado previamente interés por la marca. Consiguiendo así que sea el usuario el que se acerque a nosotros para satisfacer sus necesidades.
Volviendo al inbound marketing, podríamos definirlo como una estrategia de largo recorrido, porque comienza con un primer contacto con un usuario (que aún no es cliente) y continúa con un acompañamiento durante todo el proceso de compra.
Todo esto consigue atraer nuevos clientes y fidelizar a los clientes ya existentes de la marca y se logra mediante 4 fases diferenciadas que explicaremos detalladamente a continuación.
Esta es la fase de atracción, en ella lo que pretendemos es atraer tráfico de usuarios a nuestra página web, dirigir a los internautas hacia los contenidos de nuestra marca. Esto lo haremos mediante varias estrategias y herramientas para poder captar un tráfico de calidad, sí, calidad, no buscamos la cantidad, no queremos que cientos y cientos de usuarios entren a nuestra página sin más, nos conviene que el público se interese en nuestros productos y servicios. Y eso es posible mediante la generación de contenido de interés para nuestro posible cliente, es decir, el marketing de atracción:
2. Convertir
El siguiente paso a seguir es ofrecerle una oferta que pueda interesarle, normalmente a través de landing pages o CTAs, donde rellenaran un formulario y nos cederán su información de contacto. En esta fase pasamos a la captación y la generación de leads, (un lead es una persona que ha facilitado dentro de la página web sus datos de contacto a través de un registro o formulario) las visitas que hubo por parte de los usuarios en nuestra página web ya se han convertido en registros y gracias a ello hemos conseguido los datos de estos clientes potenciales y ya los tenemos en nuestra base de datos.
3. Cerrar
Con la fase anterior consigues tener unos datos básicos sobre tus clientes potenciales, pero mediante el lead nurturing y el lead scoring, podrás ir aumentando esa información que tienes de él a la vez que vas nutriendo al propio usuario con información de valor sobre tu empresa, así hasta que llega el momento del propio cierre, es decir, ya estás listo para convertirlo en cliente. El objetivo es lograr que la mayor parte de usuarios acaben convirtiéndose en clientes.
Esto se consigue mediante dos herramientas fundamentales:
4. Fidelizar
Esta fase es diferente a las otras tres, en esta adquiere gran importancia el inbound marketing, esta fase es de análisis y en ella hay que analizar cuales son los resultados de los procesos puestos en marcha anteriormente. Después de todo lo que cuesta conseguir un cliente, en cuanto a tiempo e inversión financiera, hay que saber cómo fidelizarlo, que repita con nosotros y mantengamos una relación con él, debemos seguir siendo su opción número uno, interactuando mediante el envío de mails e informaciones que puedan resultarle de importancia. Para esto está esta fase, en la que extraeremos conclusiones de las acciones que hemos realizado previamente en las anteriores fases del inbound marketing. Con esta fase conseguimos que el cliente tenga una buena imagen de la marca y esté predispuesto a seguir comprando nuestros productos.
En conclusión podemos decir que el inbound marketing es un proceso muy importante dentro del marketing digital y que está dividido en 4 fases muy marcadas. Todas estas están estrechamente relacionadas las unas con las otras, llevan un proceso de rigurosa continuidad, por lo que hay que llevar un sumo cuidado en cada una de ellas para conseguir los resultados esperados.