La Lean Startup es una nueva corriente de pensamiento empresarial diferente sobre la organización de las Startups. Este nuevo enfoque consiste, precisamente, en no ser una lista metódica y dogmática sobre cómo conducir una startup, sino que se basa en la idea de que la forma de dirigir una empresa de este tipo debe estar en constante cambio, evolución y revisión pues su carácter de novedad así lo exige.
Hablamos de novedad y dinamismo porque una Startup es una empresa que se dedica a crear nuevos productos y servicios. Transforma ideas, pensamientos y diseños y los convierte en algo tangible y real en el mercado. Es por esto que se encuentra en constante incertidumbre y tensión, pues no todas las nuevas ideas tienen su consecuente aceptación en el mercado.
El objetivo principal de una Startup es bastante ambicioso: crear un producto o servicio trasgresor y novedoso que cambie el mundo. Parecería obvio pensar que, ya que su objetivo es diferente al de otras empresas convencionales, su organización y gestión deberían serlo también. Sin embargo, han tenido que fracasar muchas Startups con grandes ideas entre sus departamentos para llegar a la conclusión de que ambos tipos de empresas no pueden gestionarse igual. El trabajo duro, la perseverancia y la organización no son suficientes para lograr que una Startup no fracase, como tampoco se trata de estar en el lugar adecuado en el momento preciso, como intenta vender el propio marketing del marketing.
Una startup no puede funcionar tan solo con una buena estrategia y una investigación de mercado, pues vive rodeada de la incertidumbre de la novedad, por lo que no siempre estas investigaciones se pueden aplicar pues una startup no sabe tan siquiera cuál será su producto y, por lo tanto, no puede predecir quiénes serán sus consumidores. Aunque la solución a esto tampoco es la improvisación y el caos, sino un punto intermedio. Una startup puede gestionarse, pero de manera dinámica. A pesar de ello, el éxito de una Startup se puede diseñar a través de un proceso, y con ese objetivo se ha ideado la metodología que ha acogido el nombre de Lean Startup.
La metodología Lean Startup aporta un nuevo enfoque dirigido a la creación de innovaciones continuas, es decir, a la idea de renovación y reinicio de toda la empresa constantemente. Consiste en un ciclo de tiempo extremadamente corto, centrado en crear lo que los consumidores quieren y en saberlo sin la necesidad de preguntárselo, así como en un enfoque científico para la toma de decisiones.
La Lean Startup se basa en ideas previas sobre management, marketing y desarrollo de producto, incluyendo el pensamiento de diseño, el desarrollo de clientes, el desarrollo ágil y, sobre todo, el lean manufacturing, de donde coge su nombre. Y es que esta metodología se construye dejando relativamente a un lado el cómo funcionan otras empresas similares y fijándose en organizaciones y sectores diferentes, como es el industrial.
En este caso, sobre todo bebe del “lean manufacturing”, un proceso originario de Japón ideado por Taiichi Ohno y Shigeo Shingo en la empresa Toyota. Una manera totalmente nueva de plantear la producción de bienes que crea la base para un nuevo marco teórico de esta nueva idea empresarial.
El método Lean altera, por ejemplo, la forma de organizar las cadenas de oferta y los sistemas de producción. Reduce las dimensiones de los lotes, controla los inventarios y produce just-in-time. Esto es, inicia el proceso de producción una vez se ha recibido la orden y no acumular productos en el almacén que pueden no ser jamás utilizados, pero que ya han sido producidos y, por consiguiente, han generado gastos. Esta modalidad de producción requiere de una organización eficiente y comunicación fluida entre todas las partes de la empresa así como con proveedores y distribuidores. Con esta ideología, cuyo objetivo principal es eliminar todas las fases del proceso de producción que no aportan ningún valor, se reducen costes de almacenaje y materias primas.
La Lean Startup diferencia entre actividades que generan derroche y aquellas que generan valor. Esta idea se aplica a una Startup sobre todo en tanto que estas crean en muchas ocasiones productos nuevos que, desgraciadamente, nunca llegan a venderse ni muchas veces producirse.
La Lean Startup se basa en 5 pilares que se aplican a toda la filosofía. Son los siguientes:
Un ejemplo de la metodología lean startup consiste en no organizar la empresa dividiéndolo en departamentos tradicionales funcionales, sino equipos interfuncionales.
Para finalizar, es importante puntualizar que la metodología Lean Startup debe aplicarse a todas las funciones de la empresa: visión y concepto, desarrollo de producto, marketing, ventas, distribución… Y debe guiar a los trabajadores sobre cómo decidir en las disyuntivas que se les presentan.