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¿En qué consisten los modelos Free to play y freemium?

Índice

Free to Play y Freemium son dos modalidades de videojuegos gratuitas. El término Free en inglés significa tanto libre como gratis, por lo tanto hablamos de modelos “gratis para jugar”. Y Freemium es una palabra compuesta por Free y Premium. ¿Eso significa que podemos coger un videojuego de la tienda y salir sin pagar? No. Estos términos se aplican a los juegos online, donde también existen las modalidades de pago que, de hecho, ocupan la gran mayoría del mercado. Sin embargo, los juegos F2P (acrónimo de Free to Play) están ganando cada vez más terreno, nosotros te explicamos por qué. 

Origen del F2P

En primer lugar, estas modalidades de distribución no hubieran podido surgir en el panorama de los juegos “físicos”. Aquellos juegos que se compraban en tiendas y que se introducían en consolas que ya se habían comprado con anterioridad. Es cierto que en estas consolas también existe la posibilidad de multijugador y que, de hecho, se siguen utilizando. Los dispositivos móviles, sobre todo teléfonos y tablets, así como ordenadores, han resultado fundamentales para que surgieran nuevas modalidades de juego. Además de, por supuesto, la conexión a internet. 

El F2P y Freemium surgieron a finales de los años 90, como una vuelta de tuerca de dos tipologías anteriores: Role Play Game (RGP) y Juego Multijugador Masivo en Línea (MMOG). El RGP es un tipo de juego de rol, es decir, un videojuego en el que los jugadores se transforman en personajes ya creados y controlan sus acciones. No participan en el juego con su propia identidad, sino como si fueran esos personajes. Por su parte, el MMOG comprende aquellos videojuegos que se desarrolan de manera simultánea por cientos o incluso miles de personas, de manera online, y que usualmente interactúan en un mundo virtual. 

black wireless game controller

Ugur Akdemir vía Unslpash

Lo que tienen en común estos dos tipos de juegos es que son masivos y online. Sus creadores pronto se dieron cuenta de que podrían ampliar exponencialmente el número de jugadores si no existiera una importante barrera de acceso al juego: el precio de compra. Así que comenzaron a plantearse la idea de permitir el acceso gratuito al juego, lo que llevó automáticamente a buscar una nueva fuente de financiación. 

La publicidad fue una de las soluciones. No cobrar a los usuarios por jugar incrementaba el número de jugadores. Los videojuegos online se convirtieron así en un lugar con cientos de miles de personas, un espacio suculento para los publicistas, que aceptaron con gusto situar sus anuncios y campañas dentro de los juegos. 

Este es, de hecho, uno de los modos de financiación más extendidos del mundo actualmente. Los jugadores no tienen que pagar para obtener acceso a un sitio o servicio  pero, a cambio, verán publicidad. A primera vista podría parecer que están obteniendo el acceso gratuito, y lo hacen; pero la realidad es que, cuando surja en ellos una necesidad de compra que pueda satisfacerse con algunas de las marcas que se anuncian en los videojuegos donde tantas horas pasan los usuarios, estas serán las primeras en las que piensen. Para ellos tendrán ya la connotación de familiaridad y pensarán en ellas como marcas cercanas y de confianza. 

El paso más crucial que deben dar los jugadores como compradores es engancharse al juego. Y esta técnica resultó de las más útiles para conseguirlo. Una vez que ya han accedido al juego de manera gratuita, se han enganchado y están dispuestos a ver publicidad o tener tiempos de espera como único pago por seguir jugando. Sin embargo, si hubieran pagado un precio por el acceso, seguramente estas fueran razones para abandonar el juego y elegir otro. 

Aunque esta no fue la única forma de financiación en la que pensaron. Hubo una más, que dio lugar a estos tipos de juegos F2P. 

El Freemium o Free to Play 

Una vez que el usuario ya está enganchado al juego, al que ha accedido gratuitamente, se le ofrece la posibilidad de pagar por determinadas cosas como, por ejemplo: 

  • Personalizar el personaje 
  • Conseguir armas, herramientas, habilidades que no existen en el modelo gratuito
  • Desbloquear nuevos espacios y niveles, algunos de ellos exclusivos
  • Potenciadores temporales 
  • Eliminar la publicidad
  • Reducir los tiempos de espera

white, orange, green, and purple computer keyboard

Juan Gómez via Unsplash

En definitiva, mejorar las condiciones del juego. Esto hace que quienes quieran paguen pequeñas tasas que de una en una no parecen gran cantidad de dinero, pero que les ofrecen claras ventajas a la hora de jugar. Como parte de esos juegos son multijugador, estas ventajas resultan muy suculentas. 

Así el Free to Play se ha convertido en uno de los más exitosos del sector. En concreto, en España han supuesto una revolución pues nuestro país es el quinto en Europa y el décimo a nivel mundial en ranking de consumo de videojuegos

Sin embargo, en cuanto profundizamos en el funcionamiento, nos damos cuenta de que  es gratuito, pero que puedes personalizar tu experiencia pagando, de modo que puede ser gratuito, pero no tiene por qué serlo y cada uno puede invertir en el juego la cantidad de dinero que quiera. Ahora bien, quien pague tendrá más ventajas, lo que se traduce en mejores resultados en el juego. Entonces, ¿es verdaderamente gratuito el juego si resulta difícil ganar con respecto a otros jugadores?

Este planteamiento que circunda en torno a la ventaja que tienen quienes sí pagan, ha derivado en una nueva versión, la Free to Win. Una modalidad Free to Play donde solo se paga por desbloquear elementos que no afectan en el desarrollo del juego, sin dar ventajas. Afectarían, sobre todo, a la apariencia de los jugadores, la interfaz del juego, tiempos de espera, anuncios, etc. 

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